- Regula el sueño
- Mejora el estado de ánimo
- Fortalece nuestro sistema inmunológico, la salud dental y mental
- Indispensable para la formación normal de huesos en niños
- Fortalece músculos y huesos
- Reduce el riesgo de depresión
- Promueve la cicatrización de heridas
- Mata virus y bacterias
- Aumenta la longevidad
- Mejora la circulación
- Equilibra la presión arterial
- Regula y equilibra la función del colesterol
- Te da energía
- Promueve la síntesis de vitamina D, la cuál es indispensable para todos.
Estas son sólo algunas de sus bondades. El sol no hay que evitarlo, al contrario. Los bloqueadores solares o "protectores solares "al estar compuestos de ingredientes químicos podrían ser dañinos, ya que afectan el sistema endocrino, además pueden producir manchas. La piel es el órgano más grande que tenemos y absorbe más del 70% de lo que colocamos en ella. Cuida lo que pones en tu piel. La piel de los niños y adultos mayores es más sensible a estos químicos. El sol es una bendición. Sólo asegúrate de que no te llegue directo por mucho tiempo; colócate sombrero, o ubícate a la sombra. Puedes mezclar oxido de zinc y aceite de coco orgánico si deseas evitar quemaduras de manera natural en la playa, y al regresar a casa después del baño puedes hidratar tu piel con aloe vera natural. Es más seguro y económico. Prioriza tomar sol por lo menos 20 minutos al día, o 30 minutos tres veces por semana. Si lo haces un hábito, y dejas que te llegue a los brazos o piernas será suficiente.
Al tomar sol, cierra los ojos, respira, toma consciencia del momento presente y agradece las bendiciones de nuestro maravilloso sol.
Fisioenergética Kinesiología Holística Emocional para todos.
